Abbey Lee Kershaw es una de las pocas modelos que se podrían definir como modelo/anti-moda. Si ella ejerciera como modelo, seguro que sería una tatuadora profesional o algo así. Por si no lo sabes, es de las pocas chicas que pisan una pasarela que tiene un pendiente en la nariz y otro en el pezón. Pero, la verdad, es que es una de las mejores modelos del panorama actual.
Su idea de pasar un día perfecto estar en casa en ropa interior escuchando música y tomándose una cerveza con una ensalada. Uno de sus últimos trabajos ha sido el de posar como su madre la trajo al mundo para el calendario Pirelli. Nación en Australia y confiesa que lo que más echa mucho de menos de su país de origen es andar descalza. Caminando, muy bien calzada, ha conseguido desfilar para casas tan importantes como por ejemplo: Alexander Wang, Chanel, etc.
Y si de andar seguimos hablando, comentarte un dato muy curioso: se negó a desfilar en el último show de Alexander McQueen por los tacones. Ha sido portada de revistas tan importantes como Vogue pero, cuando desaparece por la puerta de atrás, su estilo es muy diferente. La ropa que utiliza la hace tener un estilo muy “refrescante”. Su estilo redefine las tendencias fuera de cualquier moda implantada por cualquier diseñador.
Abbey Lee suele llevar encajes en la mayoría de sus combinaciones. El encaje es romántico, dulce y recatado, pero Abbey Lee consigue darle un aspecto grunge gracias a su vinculación con las botas de cuero, jeans desgastados y unas chaquetas bastante largas. Le encantan los vestidos (también con encajes) que la permiten moverse de forma cómoda.