Si tienes el armario a punto de explotar pero te sientes como si no tuvieras nada que ponerte es porque no tienes las prendas esenciales. Un buen fondo de armario se constituye con las siguientes prendas:
Camisa blanca: para trabajar o entrevistas de trabajo. Dan un look sofisticado.
Camiseta negra con escote en V: se puede llevar sola para un look casual o con complementos para ir a una fiesta.
Camisetas y tan tops de sport en tonos neutros: se pueden llevar solos en verano y con chaquetas en invierno.
Top negro de vestir: nunca te fallará si tienes que ir arreglada. Va bien con todo y es fácil de combinar con accesorios.
Pantalones de vestir en tonos tierra: escógelos de una tela más bien fina y te servirán para todas las temporadas.
Pantalones de lana: son un clásico para el invierno, ideales para los días más frios.
Pantalones en tonos claros: para el verano y la primavera para ir a trabajar.
Pantalones de noche negros: para ocasiones semiformales. La mejor tela es la seda o el raso.
Pantalones de lino para climas cálidos.
Falda negra: es perfecta para ira trabajar y para ir un poco arreglada. Incluso para verano.
Falda blanca: para el verano en cualquier ocasión.
Faldas casuales: para tu tiempo de ocio (recomiendo las vaqueras).
Little black dress: es la prenda imprescindible por excelencia.
Vestido de noche: te servirá para grandes eventos (debe ser largo).
Vestido casual: para salir por ahí en plan informal.
Vestido para trabajar: debe ser un poco conservador, te servirá tanto para ir a la oficina como para cenas semiformales.
Vestido de fiesta: elige uno que te siente bien, enfatizando tus puntos fuertes.
Vestido de verano: son muy femeninos y quedan perfectos en cualquier situación.
Vestido cocktail: de línea clásica pero en un color alegre.
En cuanto a los abrigos debes tener un trench, un abrigo para la lluvia, una parka, un abrigo de lana y otro para fiestas.
Los jerseys: uno negro de pico, otro de cuello vuelto en el mismo color, un cárdigan negro y una sudadera.