Comienza la semana de la Alta Costura de París, comienza el glamour, los famosos que copan los fronts rows y los diseños imposibles. Y para diseños imposibles, sólo para unos pocos bolsillos o las alfombras rojas de los estrenos: Dior, y su diseñador estrella, John Galliano.

Galliano eligió la sede de la firma, en la Avenida Montaigne, para presentar su desfile de alta costura. Otros años se había mostrado el desfile en el Club de Polo, pero sin lugar a dudas el público asistente prefería la sede de la casa Dior. Como suele suceder con Galliano, muchas celebrities acudieron: Paz Vega, Dita Von Teese o Jaime de Marichalar tomaban nota de las propuestas del gibraltareño.

Con la teatralidad y el sentido del espectáculo que siempre le caracterizan, Galliano mostró a una mujer amazona, inspirada en la moda de la época victoriana, vestida con traje de montar a caballo, con faldas de lana y chaquetas de amazona en rojo, fucsia o negro.

Las fustas, los guantes, las botas negras de caña alta y tacón de aguja o los botines de línea victoriana y los sombreros con velo completan el atuendo de estas aristocráticas amazonas.

Para la noche, Galliano mezcla épocas y une el lado victoriano de sus amazonas con guiños a los años 40 en trajes muy vistosos donde predominan el satén, los escotes corazón o palabra de honor. Fiel a su estilo barroco, los vestidos hechos para llamar la atención, con grandes volúmenes casi arquitectónicos, colores vivos y contrastados. Para completar su apuesta siempre espectacular, las modelos lucían un maquillaje recargado, con la cara empolvada y el pelo recogido en complicados moños. Los guantes largos y los grandes y lujosos collares completaban la puesta en escena.

El público ovacionó a John Galliano cuando salió a saludar, vestido como un jinete de doma clásica de caballos.