La cantante colombiana lleva muchos años en el mundo de la canción. Niña prodigio, ha sabido mantenerse en el estrellato con el paso de los años y también ha sabido evolucionar.
La primera Shakira, que empezaba a hacerse conocida fuera de Colombia, era morena, de aspecto aniñado y dulce. Poco a poco su aspecto y también su música se hicieron más rockeros, así en el álbum que supuso su éxito en España «dónde están los ladrones», lucía trenzas y rastas de varios colores, mantenía su pelo oscuro pero le añadía mechas caobas. Su estilismo también cambió, se atrevía con minifaldas, botas y tops.
Con el álbum titulado «servicio de lavandería» empezó a sacar provecho de su sex appeal, se tiñó de rubia, y lucía una melena ondulada. En cuanto a su vestuario, optaba por pantalones de cuero ajustado y tops con los que mostraba el ombligo.
Sin embargo, en sus apariciones públicas, Shakira deja a un lado su imagen de estrella de la canción. Es normal verla muy sencilla, con vaqueros, camisetas y la cara lavada.
En su útimo trabajo discográfico «Loba», y después de haber publicado ya varios trabajos en inglés, Shakira quiere conquistar el mercado anglosajón y para ello presenta un look más alejado de sus raíces latinas. Se alisa el pelo, lo tiñe totalmente de rubio y luce mallas asimétricas en negro que recuerdan al estilismo de Beyoncé en el videoclip «single ladies».
Y vosotros, ¿qué Shakira preferís?, ¿la de sus comienzos?, ¿la actual?, ¿la más sexy? ¿o la más sencilla?