Hay quien quiere unos Manolo Blahnik. Yo quiero unos Chie Mihara. Otros Chie Mihara. Los primeros me los compré hace tres años y cada vez que los calzo me siento la mujer más sexy del mundo. Es lo que tiene llevar unos buenos zapatos de tacón alto. Su horma queda perfecta en un pie alargado y estrecho, pero hay otras, para pies algo más anchos. La plantilla es de piel suave y fina, que acoge la planta del pie con dulzura y facilita la transpiración. El tacón es ancho y estable. Hay mujeres que andan con Chihes todo el día sin problemas. Los hay cerrados, abiertos, de novia, incluso botas y sandalias planas.
Para la próxima primavera y verano, la diseñadora brasileña afincada en Altea (Alicante) propone una vuelta a finales de los años 70 y mediados de los 80. “Los tonos tierra y el oro me dan una sensación de valentía humana, sentimientos profundos y un fuerte deseo de pasar un buen rato”, explica Mihara en su página web.
Vuelve a las cuñas de los setenta y a los zapatos de tacón con aires de discoteca. Combina tonos tierra con colores ácidos y diversas texturas. Si ella siempre ha mezclado, esta temporada el mix se eleva a cotas muy elevadas, pero sin perder una pizca de elegancia ni glamour. Quizá lo más difícil de llevar de algunos de sus zapatos nuevos, para no ir excesiva, puede que sean sus piezas con un nuevo tacón más rectangular de lo habitual, realmente setentero. Aún así, con unos Chie Mihara cualquier apuesta es ganadora.
Los pares más llamativos de la próxima colección son las cuñas de diez centímetros (tres de tacón corrido y siete de elevación). Para las menos atrevidas, también diseña sandalias bellísimas a sólo seis centímetros y medio por encima del suelo.
