Es una de las tendencias más potentes para este otoño-invierno en lo que a joyas (o bisutería) se refiere y desde luego es cualquier cosa menos discreta. Las joyas se inspiran en las antigüedades que podrían vestir la casa de nuestras bisabuelas y en un estilo barroco y contundente. Piedras preciosas y oro negro son la clave. ¿Te apuntas?
Piezas únicas
Y no precisamente por su valor. Las joyas antigüedades deben llevarse por separado, con un look lo más sencillo posible, para que el efecto que generemos con nuestro outfit esté cargado de estilo. Escoge la joya que más vaya contigo. Yo soy fan de los anillos, más bien de los maxi-anillos, así que optaré por una única pieza extravagante, cuanto más grande mejor.
Si prefieres collares o pulseras, son más fáciles de llevar y pueden combinarse. Escoge una cadena de oro trenzado con un camafeo o una esclava en plata vieja con piedras preciosas. Puedes dar un toque más barroco a tu look poniéndote un broche, ya sea en la solapa del abrigo o en tu blusa, con un estilo que nos recuerde a Versailles.
Piedras preciosas y oro a raudales
La bisutería es nuestra mejor aliada para conseguir piezas impactantes por un módico precio. El oro envejecido o negro es el rey de esta tendencia y se puede aplicar a cualquier elemento. Los pendientes caerán en una cascada de gemas inspiradas en los rubíes, las esmeraldas y los zafiros.
Si esta tendencia es demasiado excesiva, prueba con joyas más discretas pero con las mismas piedras. Te darán un toque de época que, aunque no tan barroco, y evocarás esta tendencia inspirada en el pasado. Si las gemas no son lo tuyo, opta por piezas en oro o plata envejecida y el efecto será el mismo, sólo que con un punto más etéreo. ¡Quiero una!