Nos apartamos por un momento de las pasarelas de moda y las tiendas de ropa para hablarte de los beneficios de la leche sin lactosa, la que en muchas partes se conoce como «la leche sin lo malo de la leche». Es verdad que no son pocas las marcas que la venden transmitiendo que el beneficio obtenido es el mismo y no hay diferencias entre unas y otras, pero hay que decir que esto no es exactamente así.
¿Qué es la intolerancia a la lactosa?
La que acabas de leer es una pregunta que mucha gente se ha hecho como mínimo una vez en su vida. La respuesta es bien sencilla, ya que se puede resumir como la incapacidad de digerir la lactosa (azúcares) de la leche. Lo más común es que ésta se manifieste con el paso de los años, puesto que es muy extraño que una persona sea intolerante nada más nacer.
Nos ha sorprendido saber que en España un 34% de las personas son intolerantes a la lactosa, aunque solo el 10% de los casos está diagnosticado. Con un porcentaje tan elevado se puede decir que es el tipo de intolerancia más extendida entre la población, superando incluso a la que padecen los celíacos por culpa del gluten.
Síntomas
Si eres intolerante a la lactosa lo habrás sufrido en tus propias carnes. Nos referimos al cansancio, la pesadez, el malestar general, los problemas digestivos… Todo ello puede ayudarnos a diagnosticarla con relativa facilidad, pero es bueno saber que existen diferencias entre ser intolerante a la lactosa y tener alergia a la proteína de la leche de vaca.
Confundir estas dos cosas es como confundir un bolso auténtico con un bolso de imitación. Lo único importante para un intolerante a la lactosa es que coma productos deslactosados. Por el contrario, quien es alérgico a la proteína de la leche de vaca debe eliminarla de su dieta para no tener problemas de salud en la piel, en las vías respiratorias o en el aparato digestivo.
Decir adiós a los síntomas citados anteriormente no es imposible, y te lo podemos decir por experiencia. Salir de compras con las amigas se había convertido en un problema por culpa del malestar general y la falta de energía, pero tomando leche sin lactosa los paseos por los centros comerciales volvieron a ser tan relajantes y placenteros como antaño.
¿Qué nos motiva a tomar leche sin lactosa?
Como curiosidad, nunca está de más conocer las motivaciones de cualquier consumidor de leche sin lactosa. Sabemos que el 75% lo hacen porque les sienta bien y creen que es más sana, mientras que el 25% restante lo hacen por régimen. Además, el 80% de los consumidores de leche sin lactosa eran consumidores de leche clásica que han notado un cambio brutal.
Lo que nos ha llamado poderosamente la atención es la diferencia que existe en el consumo entre hombres y mujeres, que se reparte en un 80-20% a favor de ellas. Se nota que nosotras nos preocupamos más por nuestra línea.
Leche Pascual Sin Lactosa con vitamina B6
Dicho esto, ¿por qué deberíamos consumir leche sin lactosa? La respuesta podemos dividirla en cuatro puntos en los que estarás más o menos de acuerdo con nosotros:
– Que una persona sea intolerante a la lactosa no quiere decir que tenga que renunciar a la leche. Es un alimento básico y nutritivo, así que no hay que apartarlo de la dieta.
– Los intolerantes a la lactosa sienten cansancio, malestar, malas digestiones… Por eso lo mejor que pueden hacer es recurrir a la variedad sin lactosa, ya que es un tipo de leche más digestiva que la normal.
– La Leche Pascual Sin Lactosa (LPSL), la que te recomendamos después de probarla, mantiene tanto el sabor como los nutrientes que encontramos en la leche. Todo ello sin que la digestión sea un problema, ya que contiene lactasa, una enzima que divide la lactosa y la transforma en azúcares que se pueden digerir más fácilmente.
– LPSL es la única leche sin lactosa del mercado que contiene vitamina B6, un nutriente que aporta vitalidad para combatir día a día el cansancio que suelen manifestar con frecuencia los intolerantes a la lactosa. Es, por tanto, un beneficio relevante y diferenciador.