Los desfiles de moda de Sao Paulo podrían tener un colorido distinto al que estamos acostumbrados a ver en las pasarelas de todo el mundo. El Ministerio Público de la ciudad brasileña acaba de dejar claro que pretende imponer unas cuotas mínimas de modelos brasileños como mínimo en los eventos relacionados con el mundo de la moda que se celebren en el país sudamericano.
El objetivo de esta medida tan controvertida es la de combatir el racismo en las pasarelas, algo que no ha gustado a profesionales como el empresario Eli Hadid o la diseñadora Gloria Coelho. El primero ha calificado de «absurdo» hablar de racismo en las pasarelas y ha dejado claro que la elección de unas modelos u otras va en función de lo que el mercado demanda. Coelho, por su parte, ha querido zanjar la polémica dejando muy claro que los negros no están excluidos del mundo de la moda:
En la Sao Paulo Fashion Week (SPFW) hay muchos negros costureros, modelos, asistentes o vendedores.
La fiscal Deborah Affonso destacó la medida del Ministerio Público como parte de un proceso de inclusión social. Actualmente el porcentaje de modelos negros en la SPFW es de tan sólo un 3%, cifra que está muy por debajo de lo que debería ser un desfile multirracial en un país con un gran porcentaje de negros.