Durante toda esta semana se ha estado celebrando la Semana de la Moda de Berlín, con desfiles de marcas de alta costura, pero en paralelo a esta pasarela, Berlín también acoge el salón «Bread & Butter«, con las creaciones de moda urbana más jóvenes y frescas de firmas como Diesel, Boss Orange, Levi’s o Lacoste.
El emplazamiento elegido es de lo más original: un aeropuerto abandonado. Se usan tanto los hangares como las zonas de facturación del aeropuerto de Tempelhof que se transformarán para dar cabida a los desfiles y los stands.
La original «Bread & Butter» tiene sus orígenes en julio de 2001 en la ciudad de Colonia, cuando un grupo de 50 marcas dieron la espalda a las ferias tradicionales y se presentaron como una alternativa.
Con el paso del tiempo, el salón de moda pasó a Berlín y después a Barcelona, donde permaneció varios años, ocupando el lugar que había dejado el Salón Gaudí. Sin embargo, en 2009 las autoridades alemanas quisieron recuperar la muestra Bread & Butter y el consistorio berlinés hizo una oferta a la organización del desfile que éstos no pudieron rechazar: el antiguo aeropuerto de Tempelhof como sede.
Barcelona se ha quedado sin este escaparate de la moda alternativa, ya que en estos años Bread & Butter se ha convertido en una de las muestras de ropa urbana y de jóvenes diseñadores más importantes del mundo.
Aunque Berlín no juega en la liga de París o Milán, en esa ciudad se estima que viven entre 600 y 800 diseñadores, además de muchísimos artistas de vanguardia. Gracias a la Semana de la Moda y al Bread & Butter, Berlín puede sentirse capital de la moda.