El estilo vintage es uno de los más imitados en los últimos años y también uno de los más difíciles de conseguir. El vintage hace referencia a tiempos pasados, a piezas de ropa que estuvieron de moda tiempo atrás, pero eso no significa que todo lo viejo es vintage, ni que llevamos un look vintage por vestirnos con la ropa que hemos encontrado en el armario de la casa del pueblo de los abuelos. Hay varias claves a tener en cuenta a la hora de conseguir un look vintage.
Lo primero es saber que un look vintage no consiste únicamente en utilizar piezas antiguas, sino en combinarlas del modo más adecuado con otras actuales. Ahí radica la principal dificultad de este reto, que no siempre es fácil de conseguir, pero que con la práctica puede tener muy buenos resultados desde el punto de vista estilítico.
¿Mi recomendación para quienes no sean expertos creadores de look vintage? Empezar por cosas pequeñas. Un collar de perlas, un broche con brillos o un bolso son alguna de las piezas que podéis probar a introducir en vuestros looks. Personalmente creo que jugar con bolsos y joyas antiguas es muy más divertido y da mejores resultados que hacerlo con piezas de ropa con varios años.
Los sombreros o los pañuelos también son complementos vintage de lo más especiales. La clave para saber es si habéis acertado creando el look es si habéis sido capaces de hacer que la pieza antigua se convierta en protagonista absoluta del outfit.
Vestidos y abrigos
Es fácil que la pieza vintage sea protagonista si lo que hacemos es apostar por antiguos abrigos o vestidos. Se pueden obtener buenos resultados combinándolos con calzado actual. Y como toque final: ¿qué hay más vintage que unos labios pintados de rojo?