1. Utiliza unas tijeras para quitar las incómodas etiquetas. Ten especial cuidado al eliminar las que se encuentran por dentro que muchas veces son tan largas que nos molestan en el cuerpo. No las arranques ya que podrías romper la costura.
2. Debes intentar eliminar las manchas tan pronto como sea posible para disminuir la probabilidad de que se convierta en permanente.
3. Asegúrate de separar la ropa oscura de la blanca cuando vayas a preparar la lavadora. La ropa de colores claros puede dejar pelusa en la ropa oscura, mientras que la ropa oscura puede desteñir y manchar la ropa blanca. Sigue siempre las instrucciones del fabricante. Una temperatura del agua correcta y un tiempo de lavado exacto evitarán encogimientos y decoloración.
4. Cuando termine la lavadora tiende la ropa cuanto antes. Si la mantienes demasiado tiempo dentro se arrugará más y el planchado será más intenso, lo que puede hacer que tu ropa se estropee más.
5. Utiliza bicarbonato de soda y agua caliente para aclarar la ropa blanca en vez de lejía. Con el tiempo la lejía hará que tu ropa se desgaste más.
6. Si se produce alguna rotura de la ropa por algún enganchón, comprueba en que parte se ha realizado ya que si es en la costura tiene fácil solución y además el arreglo no se notará.
7. Cuando tengas que cambiar de temporada procura guardar muy bien la ropa que vas a retirar de tu armario. Guárdala de manera que se mantengan a salvo de los insectos y los roedores.