Es difícil ir elegante cuando hace frío o llueve. Difícil, sí, pero no imposible. El trench es una de esas prendas que consiguen la cuadratura del círculo, son cómodas, prácticas, elegantes y van con todo.
La historia del trench o trenchcoat comienza con Charles MacIntosh, inventor de la tela de gabardina, aunque más tosca que la tela actual, fue el principio de la creación del trench. Pero fue Thomas Burberry en 1856 quien creó la gabardina a partir de la tela patentada por MacIntosh. En principio Burberry buscaba un abrigo que ayudara a proteger a los granjeros y agricultores. Como los vaqueros, la gabardina comenzó siendo ropa de trabajo, para luego ir evolucionando.
La marca Burberry se convirtió en el emporio que es hoy gracias a sus gabardinas. El cine negro y galanes como Humphrey Bogart las lucían (seguro que os acordáis de la escena final de «Casablanca») y años más tarde, también las actrices de moda. Hoy en día casi todos los diseñadores adaptan a sus patrones el clásico trench coat, ya sea cambiando su color o acortando su largura.
A día de hoy el trench no sólo es un básico de fondo de armario tanto para ellas como para ellos, sino también una prenda de moda. Los más guapos y famosos la llevan y combinan tanto con vaqueros para el día como con traje y corbata para los eventos nocturnos. Brad Pitt, Justin Timberlake o Patrick Dempsey son algunos de los famosos adictos a esta prenda. Y Paul Smith, Yves Saint Laurent y, por supuesto, Burberry, los diseñadores que siempre incluyen trench coats en sus colecciones para hombre y, cada vez más, también para mujer.