“Manteniendo la creatividad y la modernidad en un mundo conformista”.
Irregular Choice es más que el nombre de una marca. Es una forma de pensar, una forma de ser. Algo fresco y divertido que mantiene la imaginación y la originalidad por encima de todo.
Desde que su diseñador, afincado en Brighton, lanzara su primera colección en agosto de 1999, ha seguido con su misión de cambiarlo todo sobre la forma en que vemos y llevamos el calzado. Danny Sullivan vio la necesidad de un cambio en la industria. Su primera colección se inspiró en los zapatos japoneses de “pie partido”, este tipo de zapato (diferente donde los haya) aparece cada temporada en uno o dos modelos. El diseñador deja volar su imaginación libremente.
A pesar de la juventud de la marca, los zapatos Irregular Choice se han convertido en objetos de culto. No sólo destacan por su originalidad en el diseño, también por sus mezclas de colores y los cuidados detalles (a veces las suelas de los zapatos son incluso más bonitas que el zapato en sí).
Su inspiración es muy variada: desde las harajuku de Japón pasando por los años 80, hasta los zapatos tipo María Antonieta.
Además de zapatos de mujer también hay bolsos y calzado para hombre.
No son zapatos baratos pero son el tipo de calzado que pasa de generación a generación. No porque nunca pasen de moda, sino porque no necesitan estar de moda para llevarlos. Son unos zapatos únicos que deben ser tratados como objeto de culto.
Obviamente no es el tipo de zapato que llevaría una mujer clásica vistiendo (bueno, hay alguno modelos más normalitos en colores oscuros). Los Irregular Choice están hechos para gente atrevida y sin complejos.
Si quieres unos entra en su página web y échales un vistazo http://www.irregularchoice.com/ tienen tienda online.
En la mítica Carnaby Street está su tienda principal y la verdad es que si entras te lo quieres comprar todo.
En algunas tiendas también los he visto pero creo que cuestan aún más… yo tuve unas botas que me compré en eBay que me salieron muy bien de precio. ¡Qué pena tener que venderlas porque me quedaban pequeñas!