Kesha es una cantante norteamericana, pero es conocida mas que por su faceta artística por sus excentricidades. Cada poco tiempo suelta una píldora de locura, irreverencia o protagoniza escenas salidas de tono. Aunque ya van muchas y cada vez es más difícil superarse lo ha conseguido, el más difícil todavía. Se ha metido a diseñadora y ha sacado una línea de complementos con representaciones de penes.
A la mujer no se le ocurrió otro motivo con el que decorar sus orejas, cuello y dedos o es que estaba aburrida de los corazones, bigotes y calaveras con las que el resto de diseñadores nos han bombardeado en los últimos meses. ¿Alguien se había atrevido con símbolos fálicos? Probablemente, pero no nadie con su proyección pública. No sabemos si las joyas se venderán bien, pero con la polémica suscitada ya tiene hecha la publicidad, y de manera gratuita.
La colección de joyería de Kesha lleva el nombre de «Kesha Rose» y ha sido creada para Charles Albert. Las piezas en que representa penes -al igual que la mayor parte de sus creaciones- presentan un tono dorado y un precio que no las hace prohibitivas y que podría ocasionar que se vendieran bien. Hay pendientes desde 12 dólares y lo más caro es el colgante que cuesta 20 dólares.
Otras de los complementos cuanto menos curiosos que ha creado Kesha tienen forma de muelas o de colmillos de tiburón. Alguna de estas piezas está realizada en oro y su precio ronda los 100 dólares.
Otros complementos
Hay que decir que no sólo ha creado complementos con forma de pene, sino que también se ha servido de otras inspiraciones. Ojos de la suerte, rosas, caracolas o estrellas forman parte de su colección de complementos. Evidentemente estas piezas no son tan polémicas -aunque algunas sí más bonitas- y no han llegado a suscitar el mismo interés.