La bufanda manta, imprescindible este invierno


Por fin ha llegado el frío y sí he dicho por fin, porque ya se pueden poner bufandas, aunque la verdad que lo que este año tengo ganas de ponerme son las bufandas manta. Es una de las tendencias de este invierno y probablemente la que más me guste. ¿Habíais oído alguna vez lo de liarse la manta a la cabeza? Pues sinceramente, esta moda se le parece bastante.

Las bufandas manta son, como su propio nombre indica, una prenda que conjuga estas dos. Por un lado es una bufanda, con diseños propios de bufanda, con telas propias de bufanda (fundamentalmente lana, aunque también las hay de algodón) y con flecos en los extremos cual bufanda. De manta, ¿qué es lo que tiene? Pues su pedazo tamaño. Es precisamente esto lo que hace tan atractiva y tan calentita esta tendencia, porque dada la gran cantidad de tela que lleva resulta mucho más caliente que otras bufandas.

También es mucho más vistosa, ideal para colocar sobre americanas o abrigos de solapa, dando de este modo un protagonismo a la bufanda manta que nunca antes habían tenido las bufandas. Es por ello que resulta más importante que nunca elegir un diseño y color para la bufanda manta que se ajuste a nuestros gustos y que combine con las prendas con las que vamos a ponerla con asiduidad.

Cómo colocar la bufanda manta

A la hora de plantearse cómo llevar la bufanda manta hay casi las mismas opciones que con cualquier bufanda convencional. Colocarla sobre el cuello y dejar que los dos extremos caigan hacia adelante, también es una opción colocarla sobre uno de los hombros, a modo de pashmina, y dejar que caiga por delante y por detrás.

Sin embargo el modelo más extendido es aquel que cubre el cuello y el pecho. Para ello hay que coger por los dos extremos la prenda y colocar en el cuello por la parte de delante, cruzar los extremos en la parte de atrás del cuello y volver a pasar hacia delante, de manera que los dos picos queden a la misma altura.

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