Siempre nos olvidamos de ella y, aunque no lo parezca, es la antesala de las tendencias que llevaremos esa temporada. La Haute Couture o Alta Costura es la esencia de la moda prêt-à-porter además de un espectáculo de artesanía y creatividad. Aunque ya estamos inmersas en los desfiles para la primavera que viene, no quiero dejar de recordar los desfiles de ensueño de la Alta Costura para este otoño.
No apta para todos
La Alta Costura no está hecha para todos los diseñadores. Existen normas muy estrictas para poder formar parte de esta elite de la aguja y las exigencias no son pocas. La moda empezó con los desfiles de Haute Couture en los salones parisinos pues, la ropa era un lujo que sólo los aristócratas y burgueses se podían permitir. Con lo años la moda se ha democratizado y, aunque hay muchas cosas que no nos podemos comprar, siempre podemos encontrar una alternativa.
Cuando, en los años cincuenta, el prêt-à-porter fue desplazando poco a poco a la Alta Costura, se decidió mantener estos desfiles como una muestra de la artesanía y el trabajo no sólo de los diseñadores, también de los modistos, los costureros y diferentes artesanos textiles.
Entre otros, los requisitos que deben cumplir los diseñadores para poder desfilar son: presentar dos colecciones al año (primavera/verano), presentar un mínimo de 50 salidas y que cada traje suponga entre 100 y 1.000 horas de trabajo artesanal además de tener un precio de entre 16.000 y 60.000 euros. Además siempre deben presentar un vestido de novia.
Los grandes
Hay varios nombres asociados a las Alta Costura que son referentes. Yves Saint Laurent era un maestro de la Alta Costura como también lo ha sido durante años John Galliano al frente de Christian Dior (aún recordamos la colección Origami). Toda gran casa de moda lucha por un puesto en los desfiles de Alta Costura pues es únicamente ahí donde la moda sigue siendo arte.