Para este verano 2010 que se avecina, parece que los diseñadores no han sabido llegar a un término medio en lo que a la altura de las sandalias se refiere: o son tan chatas que parece que estés pisando el suelo, o tienen unos taconazos que hacen imposible que puedas mantener el equilibrio en condiciones.
Para muestra un botón: en una foto os he puesto dos modelos de la colección Gucci verano 2010: las sandalias de tiras negras y las azules con el tacón metálico; son muy bonitas, sí, tengo que reconocerlo, pero yo al menos me veo incapaz de aguantar más de una hora con ellas. Lo mismo opino de las de la colección de Victoria’s Secret, que se pueden ver en la foto de más abajo: las sandalias de tiras en cuatro colores no creo que se adapten a ningún paseo, por moderado que sea, pues a la altura del tacón se suma la insuficiente sujeción, que deja bailar el talón del pie en demasía.
En la otra foto, podéis apreciar las sandalias que están pisando fuerte (en este caso sí vale la expresión) en las pasarelas: las sandalias botas o abotinadas. El año pasado ya asomaron la cabeza tímidamente, pero este año parece que van a arrasar. Nunca me he calzado ningunas, pero me parece que todo ese cuero en la parte del tobillo no va a ser muy apropiado para los calores de julio y agosto; bueno, ya veremos… El otro fallo que les encuentro es la suela: es tan bajita que cualquier piedrecilla que encontremos en la calle la vamos a notar. Bonitas sí que las veo, y creo que pueden quedar muy bien sobretodo con unos shorts tejanos, aunque también, por qué no, con falda.
Os recomendaría lo que siempre digo: se trata de ir cómodas y no ser esclavas de la moda. Probaros las sandalias en la zapatería, caminad bastante rato con ellas, para ver cómo os las sentís, y después decidid.