Las botas militares o de combate, prometen convertirse en las grandes protagonistas de la temporada. Estas pueden ser combinadas con pantalones, faldas, vestidos, etc. Desafortunadamente, la primera vez que te pongas unas botas de este estilo podrás notar como tus pies comienzan a pedirte auxilio. Domar estas resistentes botas, puede ser una tarea verdaderamente difícil. Cuando te compres este calzado, asegúrate de que te quedan ajustadas pero no demasiado apretadas.
Pide ayuda al vendedor de la tienda para que te aconseje mientras que realizas la compra, ya que en algunos modelos de zapatos es recomendable comprarse un número más. Ten cuidado y no compres un par demasiado grande, ya que tus nuevas botas se podrían convertir en un verdadero suplicio, aunque no hay nada que unos gruesos calcetines no puedan remediar.
Antes de comenzar a usarlas por la calle, intenta darlas de si en casa. Estas botas suelen ser bastante rígidas y doblarlas puede ser una dura tarea. Presta especial atención a la zona del talón. Con tu mano, revisa si esta zona tiene algún tipo de refuerzo especial, si no es así, ponte unas tiritas cuando comiences a utilizarlas para que no te aparezcan las dolorosas e incómodas tiritas.
Si ves que no hay forma de “domar” la zona del empeine, puedes llevarlas a un taller de zapatos donde te las puedan agrandar un poco con su maquinaria. Algunos de los modelos que encontrarás en el mercado, pueden llevar la punta reforzada de metal. Este tipo, suele ser muy útil para trabajar pero suelen causar problemas adicionales en los pies. Asegúrate siempre de utilizarlas con calcetines gordos.