En ocasiones, hay pequeñas joyas que pasan desapercibidas en el armario como consecuencia de una organización que muestra carencias significativas. Para descubrir esas prendas especiales, en primer lugar, debes retirar los elementos que sobran.
1. Diseños que no se adaptan a tu talla actual
Es posible pasar por diferentes tallas a lo largo de la vida. Sin embargo, no sigas guardando una prenda que ya no te sirve (con la expectativa de poder utilizarla en algún momento). Si no se ajusta a tu talla actual, esa prenda ya no se adapta a tus necesidades.
2. Prendas que no te gustan o no te favorecen
A veces, es posible desarrollar un apego hacia la ropa. Y los gustos en moda también cambian, al igual que las tendencias. Tal vez algunas de las prendas que no te gustan ahora fueron tus preferidas hace un tiempo. Sin embargo, han alcanzado su fecha de caducidad en tu armario.
3. Prendas deterioradas y estropeadas
A veces, se guardan algunas prendas para darles un uso diferente. Sin embargo, si un producto ya está bastante estropeado, ha llegado el momento de retirarlo de tu vestidor. Sencillamente, ya ha cumplido con su función.
4. Tendencias con las que no te identificas aunque te gusten
Tal vez una tendencia te guste cuando la ves en otra persona, pero crees que no te favorece ante el espejo. Si en tu armario hay propuestas que ejemplifican esta cuestión, puedes encontrar una alternativa. Por ejemplo, donar esa propuesta, regalarla a una amiga o venderla en una tienda de segunda mano.
5. Prendas que solo ocupan espacio y añaden mucho desorden
Esa es la conclusión inmediata a la que llegas cuando percibes una propuesta que te acompaña desde hace años pero a la que ya no le das ningún uso. Y tampoco tiene un significado emocional o personal para ti.