Nunca pensé que fuera a escribir esto: la faja está de moda. ¿Quién lo iba a decir? No sé si esto es el resultado de agresivas campañas de marketing, pero lo cierto es que los astros se han conjurado y parece ser que toda marca que se precie ha sacado esta temporada una faja y otros productos de lencería que modelan el cuerpo de la mujer. ¿El último en sumarse al carro? Nada menos que Blanco y de la mano de la arrebatadora Irina Shayk.
Hace ya días que en la tele hemos visto a la presentadora Anne Igartiburu promocionando las fajas de Janire Secrets en el último anuncio de la marca de moda íntima.
Además, si últimamente os habéis pasado por las tiendas Women’Secret os habréis dado cuenta de que han lanzado una línea llamada W’Effect con productos de este tipo que incluso incorporan «efecto anticelulitis». Realmente, no sé qué efecto real habrá en ello, pero lo que sí puedo asegurar es que muchas mujeres guardan una faja en su armario.
¿Por ejemplo? Pues todas las que nos hemos casado. Porque no existe una novia sin faja, ya que ayudan a que no se marque la ropa interior. ¿Más? La actriz Jessica Alba reconoció públicamente que después de sus dos partos utilizaba la faja cuando asistía a una alfombra roja. Y como ella, muchas más, ya que esconden pequeños michelines e impiden que nos salga barriga al sentarnos. Ademas de realzar la figura de un modo más esbelto.
Sí, las fajas son el nuevo Wonderbra. Incluso las revistas de moda ya empiezan a hablar de ello abiertamente. Qué me dices, ¿te animas a comprarte una faja? Si es así, estás de suerte ya que al diversificarse la oferta en el mercado los precios han bajado mucho y ahora puedes encontrar una faja por quince euros e incluso las hay de color lavanda.