Que las mujeres mueren por los zapatos es harto sabido, pero después del objeto de deseo preferido preferido de las chicas como Carrie Bradshaw que se gastan el sueldo en unos «manolos», el segundo tesoro dentro de los complementos son sin duda los bolsos. Un bolso tiene personalidad propia y tiene la cualidad de mejorar o empeorar un look según lo combines.
La tendencia en las últimas temporadas era sobre todo una vuelta al clasicismo en los bolsos. Con la moda del vintage, se volvían los ojos a las líneas sencillas de Chanel o Dior y a los colores planos como el negro o el marrón. Pero llega el verano y todo es alegría y color y el bolso se convierte en el protagonista en sí mismo. Este verano atrévete con bolsos llamativos y un poco «estrambóticos», que sean el objeto de todas las miradas.
En cuanto al tamaño mejor que sean maxi para que se vean mejor, pero un bolso pequeño de fantasía también está muy bien. Los estampados están todos permitidos empezando por las flores grandes, omnipresentes esta temporada. También puedes llevarlos de rayas de colores, de cuadros, desteñidos… Lo importante es que sean originales.
Como pasa siempre, no hay una sola tendencia marcada para una temporada y por eso, además de llevar bolsos grandes y vistosos, este verano conviven otros estilos:
-Bolsos con colores brillantes en tonos limón o azul zafiro, ideales para una cita informal.
–Metalizados, dorados o con brillo perfectos para una fiesta.
-Neutrales en tonos camel, beige o gris oscuro, para trabajar o un plan de tarde.
-Con estampado animal sprint, valen para todo momento.
¿Cuál es el que va más contigo?