Capas. Con solo decir la palabra a muchos os vendrán a la mente imágenes de superhéroes en pleno vuelo.
Pero sería injusto atribuir dicha prenda únicamente a estos superhombres. Las capas han existido desde siempre. Desde los mantos medievales hasta los chales decorados del siglo XVI, desde las capas de los oficiales militares hasta los ponchos de flecos de los 60. Pero mientras que el poncho tuvo su revival hippie las capas se vuelven cada vez más sofisticadas y cada vez tienen más presencia en nuestras calles. Tanto es así que es una de las prendas imprescindibles de esta temporada. Hay muchos tipos de capa pero solo vamos a citar las más habituales.
Capas
Básicamente se trata de una prenda sin mangas que llega por la cintura, normalmente con hendiduras para los brazos. Tambien hay capas pequeñas que solo cubren los hombros y el pecho.
Capas largas
En este caso llegan hasta el tobillo. Suelen ser completamente sin mangas (sin hendiduras).
Chales y estolas
Estas prendas se llevan sueltas o sujetas por un broche. Normalmente son de telas lujosas (como el raso) o de pelo. Es una prenda que no puede faltar si vas de etiqueta.
Ponchos
Los ponchos van cerrados y solamente tienen un hueco para meter la cabeza. La mayoría de ellos tienen forma de triángulo invertido tanto por la parte delantera como por detrás.
Ahora que ya tenemos claro qué tipos de capa existen sólo nos queda saber cómo combinarlas:
Si quieres un estilo elegante inspírate en las capas y estolas de los años 20,40 y 50, en la época dorada de Hollywood. Nada es más elegante y clásico que una capa vintage.
Si prefieres un look más gótico elige una capa negra de piel. Inspírate en las influencias cyberpunk pero dale toque romántico, por ejemplo con una camisa de estilo victoriano.