No, no es un juego de palabras ni tampoco os estamos tomando el pelo. ¡Es que los diseñadores se han vuelto locos! Como si hubieran hecho un pacto, por primera vez dos grandes de la moda han presentado en la Bridal Fashion Week de Nueva York sus colecciones nupciales con vestidos de colores que se alejan del tradicional blanco. Mientras Oscar de la Renta ha creado vestidos en azules, la grandísima Vera Wang ha dado un paso mucho más allá tiñendo los vestidos de novia de rojo carmín, rojo burdeos y berenjena.
Ella ya tanteó el mercado el pasado año cuando presentó algún modelo que mezclaba el color nude con el negro, pero nadie esperaba que para la colección de primavera y verano 2013 se centrará en el rojo. La diseñadodra lo explica del siguiente modo: «Un sueño bello. El simbolismo del rojo. Romántico, elegante, protector, seductor sexy. Una celebración del amor«. Recordemos también que ella es de ascendencia china, país donde las novias se casan de rojo.
Una vez asumida la sorpresa del color, centrémonos en los vestidos: volúmenes, volúmenes y volúmenes. Tal y como crea ella los vestidos de novia. Son perfectas obras arquitectónicas que visten a una poderosa mujer que va a pasar por el altar muy segura de ella misma y que no le asusta caminar con un vestido de grandes dimensiones.
En cuanto a las telas, seda y mucho tul conforman estos trajes divinos que a cualquier mujer la harían sentir como la más especial del mundo. A sus pies se han rendido una larga lista de celebrities para que les diseñara su vestido de moda. ¿Os acordáis de la serie Sexo en Nueva York? Ya por aquel entonces una de las protagonistas, Charlotte, acudía a la tienda de Vera Wang para comprar su vestido de novia. Desde entonces, famosas como Jessica Simpson e Ivanka Trump han lucido sus exclusivas creaciones para casarse.