La manera en que compramos hoy en día poco tiene que ver con la de hace unos años. No hace falta echar la vista atrás demasiados años para ser conscientes de las diferencias. Hoy en día son muchas las horas que pasamos en internet. Podemos ir de escaparates con un golpe de clic y eso de poder renovar el armario sin moverse del sofá ni quitarse el pijama es una tentación muy grande. Hay tantos aficionados a ello que hasta tiene nombre: e-sofing.
A la hora de comprar online son muchas las tiendas que nos ofrecen esa posibilidad. ¿Por cuál decantarse? Pues depende del gusto de cada uno, porque las propuestas son muchas. Las grandes cadenas textiles tienen su propia tienda online. Zara, Massimo Dutti, Blanco o Stradivarius son alguna de las más frecuentadas por la clientela media.
A pesar de la gran tajada que supone la venta online de ropa hay otros establecimientos que, para nuestro desagrado, no han apostado por hacerlo. Los casos más llamativos son los de H&M, que sí vende en otros países, pero no en España; y Primark, que experimentó este año vendiendo en Asos (sólo para el Reino Unido) pero desistió de la iniciativa.
Hay otras tiendas que no podemos encontrarnos físicamente en la calle. Es el caso de Asos, una de las más famosas, por sus buenos precios, buen funcionamiento y por sus innovadoras propuestas. Es una firma británica que en menos de una semana envía a España, que tiene ofertas frecuentes y no cobra gastos de envío, toda una tentación para las clientas online.
Comprar en todo el mundo
Otra de las más conocidas es Sheinside, asentada en Asia y con especial predilección por piezas vintage. Si os apasiona este tipo de ropas echar de vez en cuando un vistazo a Ebay, porque pueden encontrarse verdaderas joyas.
Las campañas temporales de firmas en internet supusieron hace años todo un fenómeno. Asistimos entonces al nacimiento de Dreivip, Showroomprive o Privalia.