Un monumental león dorado, mostrando los dientes y con una de sus patas delanteras reposando sobre una perla gigante, ha sido el protagonista del último desfile de Chanel. Karl Lagerfeld es un maestro haciendo soñar a los asistentes a sus desfiles con escenarios que llaman la atención. Éste último desfile de la cada no podía ser menos.
Muchos comentaron que el desfile en general parecía ser una clara alusión a la obra maestra de Jean Cocteau «La Bella y la Bestia», sobre todo cuando la modelo vestida con un traje de novia tradicional, salió de la mano del novio, el cual llevaba una cabeza de león sobre su traje de boda. Para aclarar todos los rumores, Lagerfeld comentó que en realidad se había inspirado en un león de bronce encontrado en el apartamento de Coco Chanel.
Está claro que el simbolismo de las perlas, símbolo fetiche de Coco, era lo suficientemente claro en el montaje. Uno de los toques más graciosos fue cuando algunos modelos salieron al escenario envueltos en una especie de ostra. Las prendas que el diseñador presentó para la próxima temporada otoño-invierno estuvieron claramente predominadas por el uso de pieles falsas muy peludas. La fusión del frío con la alta costura era perfecta para mantener los toques más tradicionales de la casa.
Las chaquetas estilo bolero, tuvieron bastante presencia durante el desfile. Las mangas de estas. Estaban recortadas por encima o alrededor del codo. Las faldas y los vestidos ceñidos se “abrazaban” al cuerpo. Se noto claramente la ausencia del color negro. Predominaron colores como el avellana, el ciruela y el marrón castaño.