Trucos para organizar tu armario


Si tu armario es un desastre y no sabes por dónde empezar estos trucos para ordenar tu armario te resultarán muy útiles

Primero tienes que pensar cómo quieres ordenarlo: por colores, con todo colgado, en cajones… y qué hacer con la ropa interior, bolsos y demás accesorios.

Si no te haces todas estas preguntas antes de empezar tendrás el armario vacío y un montón de pilas de ropa fuera.

Debes enfocarte en encontrar un sistema de organización para tus zapatos porque aunque no lo parezca el calzado se puede comer muchísimo espacio y más si eres una Imelda Marcos y tienes una gran colección.

Para evitar que estén amontonados y se manchen puedes colocarlos en un zapatero (si tienes espacio en casa), en organizadores colgantes (son de tela y se pueden colgar dentro del armario o en cualquier puerta) o en el cajón bajo la cama.

Tener las joyas bien organizadas es algo imprescindible para cualquier mujer. Al ser piezas pequeñas a veces te vuelves loca buscando la pareja de un pendiente o un colgante. Una buena idea es guardar los pendientes en organizadores de pastillas. Son unas cajas divididas en compartimentos separados, de esta manera cada par de pendientes estará separado.

Ahora llega la parte más importante: la ropa.

Cada prenda debe estar visible y disponible en cualquier momento. A veces tenemos prendas repartidas por toda la casa y no nos acordamos de que existen por lo que compramos prendas que no necesitamos (porque ya las tenemos) una y otra vez.

Tener un armario bien organizado es fundamental para crear un outfit. Lo mejor es poner todos los tops juntos, seguidos de los pantalones, faldas y vestidos. Los calcetines, medias y ropa interior mejor en un cajón (en la medita de noche por ejemplo), bufandas y cinturones en perchas.

A no ser que tengas un armario enorme no necesitas separar la ropa por colores, es mejor separar la ropa por sus distintos usos (lo de vestir separado de lo de diario) que por colores.

Elegir vestido de novia si estás rellenita


Ahora que se acerca la Navidad es el momento perfecto para que elijáis vuestro vestido de novia si os casáis en verano. La oferta es muy amplia pero no todos los cortes sientan igual de bien. Si eres bajita por ejemplo no puedes llevar un vestido enorme, tenemos que escoger el vestido que más nos favorezca.

Como no todas tenemos cuerpo de modelo ni medimos 1,80 cm os voy a dar unos truquillos a tener en cuenta a la hora de elegir el vestido si estáis rellenitas. Así os olvidais de hacer dieta (hacer dieta en Navidad es la peor idea del mundo) y os concentras únicamente en disfrutar estos meses que te quedan hasta el gran día.

Lo principal es que veas muchos vestidos, lo más fácil es entrar en la página web de Pronovias, Rosa Clará, Saint Patrick… así tendrás una idea de lo que te gusta y lo que no y podrás descartar muchos estilos.
Olvídate de los vestidos muy grandes (esos con capas y capas de tul), son bonitos pero no te favorecerán. Muchas mujeres eligen un vestido enorme para que les tape lo que no quieren enseñar. Gran error, ya que en lugar de disimular tus defectos te hará parecer enorme.

También quedan descartados los vestidos muy recargados de encaje o pedrería, las telas brillantes y las mangas abullonadas. Los vestidos con “cola de sirena” te acentuarán demasiado las caderas, este tipo de vestido solamente le queda bien a mujeres altísimas y delgadas pero con algo de curvas.

Sin embargo los vestidos con forma de trapecio, sin mucho volumen, te quedarán perfectos. Las mangas deben estar a tu medida: ni muy anchas ni ajustadísimas.

En resumen, la mejor opción es el vestido de novia clásico. Con el talle ligeramente alto y la falda amplia o de estilo “medieval”, suelto pero no ancho. ¡Estarás guapísima!

Recuperar el color de los tejanos

Los pantalones tejanos son tratados con colorantes para conseguir su aspecto y apariencia, pero con el paso del tiempo a medida que los vamos lavando hacen que pierdan su color original. Te queremos contar un truco para tus jeans preferidos luzcan siempre como nuevos.


Llena un recipiente grande con agua y agrega mucho hielo.


Al agua helada añade un poco de sal.


Remueve hasta disolver completamente.


Introduce los tejanos en remojo.


Deja reposar durante unas cuatro o cinco horas.


Luego, lava las prendas con abundante agua fría pero sin jabón para eliminar el resto de sal acumulado en los pantalones. Finalmente, seca tus jeans a la sombra pero que no sea un lugar húmedo.

Cómo quitar un chicle de la ropa

Si tienes la mala suerte de que un chicle se te enganche en la ropa, te contamos cinco formas de sacar la goma de mascar y seguir utilizando la prenda como si nada hubiera sucedido.


Coloca hielo encima del chicle. Cuando esté totalmente duro, arráncalo de la prenda y será mucho más fácil.


Con un paño aplica disolvente sobre el chicle. Al pasar unos minutos retira el chicle.


Coloca papel de diario encima del chicle y pasa la plancha caliente sobre el papel. Si funciona, cuando retires la plancha de la prenda el chicle saldrá pegado en la hoja.


Coloca la prenda doblada en una bolsa de plástico, de forma que chicle contacte con la bolsa e introduce en el congelador. Déjala congelar durante varias horas. Cuando saques la bolsa podrás despegar la goma de mascar sin complicaciones.


Calienta vinagre y sumerge la ropa con el chicle durante unos minutos hasta que se enfríe. Luego podrás retirar el chicle con una espátula. Finalmente, lava la prenda con agua y jabón para eliminar los restos que dejan olor.

Blanquear ropa con leche


Aparte de ser una bebida muy rica y nutritiva, una de las propiedades de la leche consiste en su gran poder para blanquear la ropa y quitar manchas, de forma que consigue que la ropa vuelva a su color original. Prepara un blanqueador natural en pocos pasos.


Introduce un litro de agua y otro litro de leche a partes iguales en una olla o cazuela profunda.


Abre el fuego hasta que consigas el punto de ebullición.


Introduce lentamente la ropa blanca que quieras blanquear en la olla.


Deja la ropa en el agua hirviendo con leche durante unos 30 minutos, procura que el fuego no sea fuerte para no quemar los tejidos.


Finalmente, apaga el fuego y deja que se enfríe hasta conseguir temperatura ambiente dentro de la olla, así el proceso de blanqueado será mucho más efectivo. Cuanto más rato la dejes en la leche más blanca quedará.


Luego, ya puedes lavar tu ropa blanca como lo haces habitualmente para quitar ese olor a leche.


Procura no secar la ropa a pleno sol.

Truco para conservar el color de la ropa

Con el paso del tiempo y a medida que vamos usando la ropa, es complicado mantener el color original de las prendas tras tantos lavados. Te proponemos un truco para preparar un conservante natural para tus prendas, con el que conseguirás que tu ropa luzca con la misma intensidad que cuando la estrenaste.


Exprime un par o tres de limones hasta obtener medio litro de zumo. Si la prenda es de algodón, puedes agregar un chorrito de vinagre.


Sumerge la ropa de color en el jugo de limón.


Deja reposar tu prenda en remojo en un lugar frío como la nevera durante 15 horas.


Retira la prenda de la nevera.


Lava la prenda con jabón suave, no pongas suavizante.


Tiende la prenda en un lugar seco, que no le toque el sol.

Aprovechar el interior de los armarios

Seguramente por muchos armarios que tengas, siempre te falta espacio. Una solución a este problema es distribuir tus prendas utilizando cada hueco libre que encuentres por los armarios. Además tendrás la ropa mucho más ordenada. Sigue estos consejos y aprovecha mejor los espacios:


Coloca la ropa y complementos que más te pongas a la altura de los ojos, que sean fáciles de encontrar para no perder tiempo buscando. Las prendas de uso ocasional, colócalas por encima o por debajo. Ubica siempre lo más pesado en la parte inferior baja y lo más simple en la zona de arriba.


Intenta no apilar prendas, pues sólo conseguirás desorden y caos.


Utiliza objetos para compartimentar el espacio. Intenta clasificar la ropa dentro de las posibilidades que ofrece el armario. Puedes también utilizar cestas extraíbles, cajoneras, baldas deslizantes, etc.


Asigna una zona para abrigos y vestidos más largos, otra para faldas o pantalones doblados, y una tercera para prendas extendidas. De ese modo, encontrarás la ropa con más facilidad y evitarás que se arrugue.


El calzado siempre se debe posicionar en la parte baja. Puedes montar un zapatero con dos barras paralelas, dejando una separación entre ellas.


Aprovecha el espacio trasero de las puertas para colgar corbatas, bufandas o pañuelos. También es un buen lugar para colgar un espejo.

Recomendación final: Puntualmente debes aplicar algún producto para evitar la aparición de polillas y utilizar ambientadores o aromatizadores suaves para no tener que soportar olores desagradables.

Trucos para blanquear la ropa


Existen trucos para blanquear la ropa de forma natural:

• Añadir al detergente el zumo de dos limones y un poco de sal. El efecto blanqueante se potenciará si se deja secar la ropa con luz solar.
• La ropa antigua va tomando un tono amarillento con el paso de los años. Para conseguir que vuelvan a lucir su blancura original, no se debe usar lejía. Una solución casera es dejar la ropa en remojo con leche de vaca. Además, si el textil tiene manchas de humedad, las podemos eliminar agregando un chorrito de amoniaco al agua con la que lavamos.
• Para evitar que la lana se vuelva amarilla, debemos lavar con agua fría y detergente para ropa delicada. A continuación, añadir una taza de agua oxigenada.
• Para blanquear camisas, una vez ya estén lavadas y limpias, sumérgelas en agua fría con agua oxigenada y un poquito de amoniaco. Déjalas en remojo durante unas horas y luego aclara abundantemente.

Quitar las manchas de sudor en la ropa


Normalmente las manchas de sudor localizadas en la ropa como en camisetas o camisas desaparecen haciendo una lavadora, pero las de una prenda delicada no desaparecen tan fácilmente. Para eliminarlas completamente es recomendable dejar la prenda en remojo con agua y añadirle un poquito de vinagre o amoniaco. También las podemos tratar de quitar frotándolas con un paño limpio pero mojado en agua y vinagre. Otra solución es poner la prenda en un recipiente lleno de agua con sal y abundante alcohol. Finalmente un buen lavado en la lavadora.

En ocasiones, las manchas más difíciles de eliminar son las que se encuentran en las axilas, lugar de abundante sudoración. Para quitarlas puedes emplear limón con carbonato y dejar que se sequen durante unos minutos. Este truco también sirve para prevenir esas sombras que quedan de sudor, aplicando la mezcla un par de veces por semana para mantener limpia la prenda.

Recomendado | Manual paso a paso para quitar manchas

Truco para eliminar la pelusa de la ropa

Nuestra ropa puede acumular fácilmente pelusa o pelotitas si se encuentra durante mucho tiempo en el fondo del armario o simplemente un mal lavado. Pero no hya problema, hay una forma muy sencilla de eliminar las antiestéticas bolitas de pelusa. No des tus prendas por pérdidas. Sólo necesitarás una cuchilla de afeitar desechable, esa que todos los hombres utilizan cada mañana.


Quita con tus manos las pelotitas más grandes que puedan estar enganchadas en tus prendas.


Utiliza la máquina/cuchilla de afeitar para quitar las pelusas más pequeñas. Preferiblemente que la máquina de afeitar esté usada y gastada.


Elimina las pelotitas de la ropa en el sentido en que vayan los tejidos. Normalmente en sentido vertical.


Repite el proceso tantas veces como necesitas a una velocidad más lenta, ya que si lo haces rápido y sin control, puedes ocasionar una perforación en la tela.