Por mucho que en diversas revistas se diga que Keira tiene un tipo horroroso y se congratulen porque Penélope Cruz “desbanque” a Keira en la próxima entrega de «Piratas del Caribe”, yo voy a decir dos cosas: la primera es que la Knightley no ha sido desbancada por Penélope, sino que se ha negado rotundamente a participar en la siguiente entrega de esta saga. La segunda es que, digan lo que digan, la chica tiene un no sé qué mágico y sí, está un poco delgada, pero todo le queda bien.
En el día a día, Keira opta por la sencillez. No le va el estilo de las divas de Hollywood; así, podemos verla a menudo con camisetas, tejanos, gorros y zapato plano, paseando por las calles como cualquiera. Incluso ha sido criticada por llevar un look demasiado informal, rozando el “grunge”. ¿Y a ella qué más le da? Incluso así está estupenda.
Para actos públicos que no requieran un look espectacular, prefiere falda, pero también va sencilla, inspirándose en las líneas de los años 50 y 60: vestidos negros entallados, faldas de cuadros combinadas con grandes cinturones… y si hay que calzarse unos tacones se los calza.
Por la noche su elegancia es difícil de superar. La hemos visto en muchas ocasiones con vestidos largos de corte griego, acompañados de accesorios como diademas. Nunca la veremos con escotes demasiado exagerados o cortos imposibles.
Hemos visto a Keira con todo tipo de peinados: pelo corto, melena larguísima con bucles, media melena ondulada, recogidos de época (como los que luce en alguna de sus películas) u otros más informales, que han sido criticados porque dejan escapar algún mechón de más, lo cual le da un aire un poco desaliñado. Vuelvo a decirlo: creo que la envidia es mala cosa; Keira se ve siempre fantástica.