Los clientes apuran las rebajas, mientras las prendas de la nueva colección ya copan casi todos los estantes de las tiendas y lucen en los expositores. Allá donde mire, veo flores. Están en todos los escaparates: Zara, H&M, Massimo Dutti, Skunk Funk, etc. La primavera está a la vuelta de la esquina y este año llegará cargada de flores.
El pasado año, los colores flúor causaron furor, junto con las rayas. Sin embargo, esta temporada nos vamos al otro extremo: colores pastel y mucha flor. Todo muy femenino, con cortes, como la falda tubo, que enfatizan las curvas de la mujer.
Los estampados siempre son un poco difíciles de combinar, por lo que hay que ser cuidadosa en las mezclas. Una blusa de flores queda bien con un vaquero, pero es más arriesgado mezclarla con una falda, ya que se crean dos focos de atención (las flores, la falda) que chochan entre sí. Si queremos ambas cosas, es mejor optar por una falda estampada de flores y conjuntarla con una blusa o camiseta lisa.
En cambio, los vestidos floreados son siempre un acierto. En versión naïf, hippy, preppy o funcional, tipo vestido camisero de inspiración Diane Von Furstenberg. Además, según el estilo elegido, quedan bien para ir de compras, a la oficina o de vacaciones. Un vestido de flores siempre es una buena inversión.
En la imagen, tres modelos con flores que han llegado esta semana a las tiendas de Zara.
Claro que hay flores y flores. No es lo mismo que nos regalen un clavel que una rosa… En moda, tampoco es lo mismo. Debemos ser cuidadosas al escoger el estampado si queremos evitar colgarnos unos cuantos años de más. No es que las flores envejezcan (las hay realmente juveniles), es que algunas están muy mal diseñadas.
En definitiva, vienen días de color pastel, con algo de verde, mucha flor y ganas de pasar tiempo en el exterior. Y si no podemos estar en la calle, qué mejor idea que llevar el jardín puesto.