El tiempo pasa para todos y, cuando se trata de celebrar una década al frente de una firma de moda, estoy muy contenta de que así sea. Francisco Costa lleva ya diez esplendorosos años al frente de la firma Calvin Klein cosechando éxitos y haciendo del minimalismo un estilo omnipresente y tan apetecible que hasta la celebrity más extravagante se atreve a lucir (aunque sea de vez en cuando).
Costa&Calvin Klein
Este tándem ha resultado perfecto y muy duradero dado lo efímero de la moda. El diseñador brasileño se lanzó a la aventura con sólo 20 años, al trasladarse a Nueva York para cumplir su sueño de ser diseñador de moda. Y en 2003 llegó su merecida oportunidad. Después de pasar por Bill Blass, por Oscar de la Renta y en Gucci durante la era Tom Ford, en 2003 se puso al frente de Calvin Klein y pudo explotar su pasión por el blanco, que siempre le recordaba a Río de Janeiro, y por el minimalismo.
Las primeras colecciones se fueron encauzando hasta encontrar una seña de identidad que permite reconocer sus diseños con sólo verlos: el monocromo (en blanco o negro), la delicadeza y la sencillez de unos diseños hechos con mimo, a veces más trabajados otras más sutiles pero siempre recordando que la moda está para realzar la belleza de la mujer.
Colección P/V 2014
Es una muestra inmejorable del saber hacer del director creativo. Femenina y con movimiento, la colección que celebra sus 10 años al frente de la firma no podía ser más personal. Recoge todos los rasgos característicos de su estilo, los diseños monocromáticos, el blanco y el negro como básicos, las transparencias, la sensualidad y la belleza femenina.
La pasarela se inunda de frescura y novedades, como algún estampado o cierta inspiración en el patchwork y los flecos como leitmotiv. Feminidad en estado puro para celebrar el éxito de la unión entre una firma que marca tendencia y un director creativo fiel a sus pasiones.