Dentro de poco comenzará la temporada de bodas, bautizos, comuniones, etc. A veces, por falta de tiempo o de dinero, no podemos dedicarnos a buscar vestidos y complementos distintos para cada evento. Si tienes un vestido liso de tonos neutros (ya sea beige, granate, negro o gris) que te gusta y, sobre todo, te sienta bien, puedes aprovecharlo para llevarlo a diferentes bodas. Con los complementos adecuados el vestido parecerá otro.
Antes de revisar lo que hay en tu armario o decidirte a comprar unos u otros complementos, ten en cuenta a qué tipo de evento vas a ir, ¿es por la mañana o por la tarde? ¿en el campo o en la ciudad? Esto te ayudará a decidir si buscas un estilismo sofisticado o más sobrio.
Por ejemplo, si vas a una boda, puedes acompañar tu vestido de zapatos de tacón y guantes largos. Si tu vestido es oscuro (color chocolate, negro o gris oscuro), atrévete a usar un zapato o unos guantes de colores vivos. El fucsia, el verde esmeralda o el rojo animarán el vestido. Por supuesto, si optas por un color muy vivo en uno de los dos complementos, el otro deberá ser más sobrio, tampoco se trata de parecer un árbol de navidad.
Los tocados también transforman un look. Los hay tipo diadema, muy fáciles de llevar, y los tocados clásicos, con redecilla, muy sofisticados.
Detalles como un broche o una gargantilla llamativa que ocupe todo el escote transforman por completo un vestido y hacen que parezca otro.
Los apliques metálicos en dorado o plateado también dan color a un estilismo y lo transforman. Un cinturón, unos zapatos o un bolso en oro o plata sofistican cualquier vestido.