El temido entretiempo está a la vuelta de la esquina. Sí, llega esa época en la que cada mañana, delante del armario piensas: ¿qué me pongo? Entonces vas hasta la ventana, sacas la mano o asomas la cabeza y sigues pensando… ¿Pero qué me pongo?
Cada año pasamos por esto un par de veces y siempre, aunque sabemos que la clave está en vestirse con diferentes capas de quita y pon, siempre buscamos una solución más práctica. Tengo que reconocer que todavía no he encontrado esa solución pero creo que tengo algunas soluciones que podéis adoptar.
Ponte un pañuelo
Es una de las prendas menos molestas de cargar y que podemos utilizar tanto si hace calor como si de repente refresca. La clave está en escoger un pañuelo que no sea ni demasiado grueso ni demasiado fino pero sí extra grande. Así podrás usarlo tanto como complemento llevándolo con una vuelta al cuello o como abrigo usándolo como un bolero.
Leggins para todo
Si hace uno de esos días en los que hace demasiado frío para ir sin medias y demasiado calor para llevarlas adapta tu look y ponte unos leggins. Ten siempre unos leggins de algodón en tu armario, te salvarán en estos días de no saber qué ponerte.
Superposiciones
Aunque no soy muy fan de la teoría de las capas, creo que si quieres evitar cargar con una chaqueta todo el día esta es la solución: una camiseta de tirantes ceñida y superpuesta una camiseta ligera (si es transparente mejor) de manga tres cuartos. Estarás preparada para cualquier inclemencia del tiempo.
Maxibolso
Es la opción menos práctica pero infalible: vuelve al maxibolso y cárgalo con todo lo que puedas necesitar: un pañuelo, una chaqueta o incluso hasta unas medias. ¿Cuáles son tus trucos?