¿Cuántas veces habéis estado en un probador mirando ropa y habéis fantaseado con la idea de poder pagar desde allí mismo e iros, incluso con la ropa puesta? Yo reconozco que más de una y más de dos veces, sobre todo cuando has hecho cola para probarte la ropa y sabes que te espera otra igual para poder pagar. En H&M se podrá hacer, aunque sólo en uno de Manhattan.
Puede que actualmente la única forma de conseguir comprar sin salir del probador sea acudiendo a alguna tienda de las consideradas de lujo en que las dependientas se desviven por atender todos los deseos de sus clientes y eso puede incluir llevar el tacógrafo hasta el probador y pasar allí la tarjeta de crédito.
Pues desde hoy mismo hay un lugar en que se puede hacer y no es una tienda en la que la prenda barata cueste más de 500 euros. Todo lo contrario, es uno de los establecimientos conocidos como low cost. El magnate sueco de la ropa H&M ha decidido unirse a las nuevas tecnologías y también lanzar la casa por la ventana a la hora de poner en marcha la tienda que hoy se inaugura.
Se encuentra en pleno Times Square y cuenta con 4.000 metros cuadrados dedicados al disfrute de los aficionados a la moda y las compras. Se trata de la tienda más grande de Norteamérica y a buen seguro que de todo el mundo.
Alguno de los datos que presenta, como los de las facilidades que ofrece al cliente, son impresionantes. Da trabajo a 300 empleados, cuenta con 24 cajas registradoras y 44 probadores, desde alguno de los cuales se puede pagar la ropa después de habérsela probado.
Pasarelas interactivas
Y no sólo eso. Puede que ni siquiera haga falta ponerse la ropa para decidirse a comprarla. A lo largo de las tres plantas del nuevo H&M se han instalado varias pasarelas interactivas para ver las prendas en movimiento.