No puede faltar, es imprescindible en nuestros armarios, ya sea en su versión corta o en su versión maxi, los foulards y pañuelos son uno de esos accesorios que deberían acompañarnos en nuestro día a día.
Sabéis mi pasión por los accesorios, porque son los que pueden cambiar por completo el estilo de un mismo outfit. Ahora que el otoño se acerca, creo que los foulards y pañuelos son nuestros mejores aliados, para el frío y para nuestro estilo.
Un must-have
En realidad no se trata de un must, sino de un cajón lleno de musts. Los pañuelos nos aportan variedad a un precio reducido y por eso son uno de mis accesorios preferidos cuando voy de shopping.
En tamaño maxi o mini, para llevarlos como pashmina o anudados al cuello, incluso como cinturón, son un elemento básico para que nuestro fondo de armario parezca nuevo cada temporada. Este otoño vienen, como siempre, en todos los formatos y estampados imaginables pero, hay dos tendencias claras: las calaveras y los monocromáticos.
Siguiendo la estela punk que destaca esta temporada, las calaveras son un básico. Grandes o pequeñas, en negro, rosa o rojo se difuminan en pañuelos finos, donde el detalle es lo más importante. El estampado cobra vida acompañado de bordes deshilachados y texturas ligeras.
Otra línea se inspira en el punto grueso y las pashminas para crear prendas envolventes y suaves aunque con textura. Pensadas como prendas de abrigo, estos foulards se tiñen en tonos neutros y que se adaptan a la luz otoñal para acompañar los looks más chic.