Las tachuelas eran uno de los máximos exponentes del movimiento punk, lo que las convertía en un elemento decorativo prácticamente exclusivo de este movimiento. Casi nadie pensaba en introducirlas en sus looks. Sin embargo, y poco a poco, hace unos años que fueron introduciéndose en las colecciones de moda, en las tiendas y en nuestros armarios. Parece que no sea una tendencia a corto plazo, sino que las tachuelas han venido para quedarse. Si no lo creéis, echad un ojo a algunos estilismos de H&M.
La cadena sueca sigue apostando por introducir tachuelas en sus looks, aunque queda claro que no son las mismas que temporadas atrás. Las tachuelas se redefinen y se incluyen en prendas que pueden llevarse a la oficina, a una reunión formal e incluso, si me apuráis, a una ceremonia. Esta renovación hace que desaparezcan las excusas para atreverse a lucirlas en prácticamente cualquier momento.
Y es que incluso los vestidos vaporosos de verano admiten tachuelas, pasando por chaquetas de corta Chanel o faldas de tubo. Lejos de las toscas tachuelas de antaño ahora se transforman en fondas redondeadas y más femeninas.
Y es que las tachuelas pueden introducirse en cantidad de prendas, desde las más sofisticadas a las más desenfadas. Gorras, bolsos y cinturones son los complementos ideales en los que lucirlas para dar un toque diferente al outfit, pero sin sobrecargarlo. Son una excelente elección si no queremos arriesgar en demasía o tenemos miedo de que nuestro look pueda resultar demasiado agresivo.
Para todos los gustos
Probablemente una de las razones que expliquen el éxito de las tachuelas sea su diversidad. No se limitan a las puntiaguadas típicas del movimiento punk, sino que se han ido transformando y hoy en día las encontramos de diferentes formas y colores. Estrellas y corazones, en colores vivos y femeninos, hacen que resulte menos arriesgado atreverse con esta clase de estilismos.