Todas las grandes cadenas presentan sus colecciones para esta cada vez más cercana primavera. Zara, quizá la tienda low cost por excelencia, no podía ser menos.
Para la próxima temporada, la firma española sigue muy fiel a su estilo de ropa inspirada en los grandes diseñadores, con menos estridencias y a precios más asequibles. En esta ocasión, los diseños de Zara recuerdan a las colecciones anteriores de Chloé y Céline. Los colores suaves y las prendas básicas de fondo de armario no faltan en esta colección, siendo los colores que más predominan el verde militar, la gama de los colores tierra y, cómo no, el blanco.
Una de las grandes apuestas es el estampado de camuflaje, al igual que el verde caqui, que aparece en vestidos y blazers.
Una de las prendas que más destaca (a mí al menos me encanta) es el vestido color chocolate que podéis ver en la foto, asimétrico, con un hombro al aire, una sola manga y con transparencias, perfecto para la noche. Sencillo y original a la vez.
La inspiración africana se ve en la paleta de marrones y ocres y en los estilismos que se asemejan al vestuario de películas como «Memorias de África» o «El paciente inglés».
El blanco, como en toda colección veraniega que se precie, aparece mucho, especialmente en blusas y camisetas que se combinan con otra tendencia en boga: el estilo marinero. También se apuesta por un estilismo clásico en todas las colecciones de Zara: el total look en blanco.
El blazer es la prenda estrella de la temporada, junto a los pantalones de talle alto. Prendas ambas que pueden empezar a usarse desde ahora mismo.
En cuanto al calzado, Zara apuesta por los llamativos (aunque poco cómodos) zuecos.