Cada una de las tiendas de Purificación García lleva reflejado un espíritu característico. Y es que los materiales nobles se conjugan dando origen a una arquitectura, basada en un concepto Barroco del espacio.
El objeto de liberación que posee la tendencia Barroca ofrece matices en cuanto a liberación espacial, ausencia de divisiones y formas descorporeizadas que vuelan.
En realidad todo ha sido una puesta a punto por buscar la consecución de un marco que se difumine con la luz, desmaterializando los parámetros y transformándolos en una niebla blanquecina que privilegia la visión de las prendas.
Cada rincón remite al Barroco abstracto que surgió en Galicia durante una determinada época del siglo XVII. Por eso es fácil encontrar en las tiendas espacios mágicos donde se funden paredes y mobiliario.
Por otra parte, la dimensión longitudinal predominante se convierte en la idea fundamental del proyecto, de ahí que se dé suma importancia a la profundidad… Un eje lineal que atrapa la mirada hacia el fondo, precisamente donde antaño se disponían los retablos para atraer la luz, desemboca en la chimenea, inusitada cabecera que obliga a recorrerlo hasta su origen.
A veces también se configuran espacios diferenciados que, como las antiguas capillas, privatizan los ambientes. Al igual que en San Carlo alle Quattro Fontane, el interior de San Ivo alla Sapienza o el Vierzehnheiligen, la pared pierde su condición fronteriza, se rompen los límites, se juega con la asimetría, se utiliza el orden colosal y se recurre a los espejos para crear una perspectiva ilusoriamente infinita.
Recordar que en 2010, la campaña de Purificación García, a cargo de Juan Gatti, contó con la colaboración de Ana Belén y Marina San José ¡Sí, dos mujeres, dos generaciones y dos estilos! Cantante, actriz e icono de una generación de mujeres independientes y comprometidas, Ana Belén no necesita presentación.