En el mundo de la moda también hay hueco para las acciones ecológicas. Eso es algo que ya hemos podido ver en más de una ocasión, en colecciones como por ejemplo la de People Tree que os presentó Nuria hace unos días. Sin embargo, no son los únicos casos, pues en lencería hay propuestas de lo más sexys e interesantes para contribuir a la sostenibilidad de nuestro planeta.
La marca francesa g=9.8 es un buen ejemplo de esta nueva forma de trabajar con la lencería fina. Situada en Angers, en la región del Loira, poco a poco se está haciendo un hueco en el mundo de la moda tanto por los materiales que utiliza como por la forma de producir todas las prendas.
La mayoría de modelos de lencería de g=9.8 están elaborados a partir de fibra de pino, una fibra de madera reciclada muy sedosa que puede llegar a sorprender a más de una incrédula. Tiene propiedades termorreguladoras y aislantes, además de ser bacteriostática. Por si fuera poco, es muy resistente a los lavados.
Esta fibra de pino se obtiene tras un proceso especial orgánico. La madera es transformada en fibra, lo cual sirve para que se convierta en un material elástico muy fuerte y duradero. Cualquiera de las prendas que comercializan se puede adquirir a través de Internet.
Otra firma ejemplar en este sentido es Eco-Boudoir, de nacionalidad inglesa y especialmente conocida después de que la guapa actriz Jessica Alba la recomendara a todo el mundo. En España sólo se puede adquirir a través de Internet y los precios son bastante elevados, algo que hace que mucha gente finalmente decida no pensar en todas las ventajas que puede reportar este tipo de lencería.
Por último hay que hablar de Vending, una firma española que comercializa un amplio abanico de productos ecológicos entre los que se encuentra la ropa interior. Es de calidad, muy sexy y se vende a mitad de precio en comparación con la que comercializa Eco-Boudoir. El proceso de fabricación tiene lugar en España, así que también podemos ayudar a nuestra economía.