Me encantan aunque tengo que confesar que a veces no me atrevo a llevarlos. Pero como he visto que está tan de moda me he dicho: esta temporada voy a marcar cintura con un fajín. Desde hace ya un tiempo se han colado en los armarios y en los looks de las bloggers y celebrities más in del momento.
Con una cierta inspiración en las geishas y los kimonos, pero con una clara influencia de las tendencias y estilos actuales, los cinturones fajín se convierten en un complemento perfecto para no sólo marcar figura y curvas, también para dar ese toque chic a tu Little Black Dress preferido.
Un buen accesorio
Los accesorios son básicos en cualquier estilismo y, los cinturones, aunque no siempre funcionan, son una buena inversión para determinados looks. En el caso de los fajines, la apuesta es un poquito más arriesgada y es importante conocer nuestro cuerpo para conseguir el efecto deseado.
Los cinturones fajín tienen la versatilidad de marcar las curvas y de generar un efecto óptico de cintura de avispa en aquellas chicas que tiene poca cintura. Pero también, si tienes muchas caderas, puede que no te sientas del todo cómoda.
La clave está en la anchura del fajín. Piensa que cuanto más ancho sea más resaltará las curvas así que si no quieres dejar de usarlo pero quieres que cree un efecto más suavizado, busca uno más estrecho y con lazada frontal (desviará la atención de las caderas).
Hay varios modelos y todos ellos interesantes. La oferta de Mango es de lo más variada. Con la inspiración japonesa omnipresente, los detalles punk, como las tachuelas, y retro, como el ante no dejan de sorprender. Los colores oscuros son los protagonistas: negros, granates o burdeos y grises confeccionan la paleta de colores de este accesorio que hará de tu cuerpo todo feminidad.