Este invierno los colores vienes suaves y dulces. Los tonos pastel se extienden por todas las tiendas como si de una helada se tratara y lo invaden todo. Aunque parezca que los meses fríos invitan a lucir prendas más oscuras y neutras, lo cierto es que lo mejor que podemos hacer para combatir el frío es cubrirnos con prendas alegres y llenas de colores, eso sí, pasteles.
Dulces y empolvados
Los tonos pastel dan muchísimo juego a cualquier estilismo y se pueden conseguir looks muy dispares seleccionando una prenda u otra. Hay para todos los gustos, desde las más trendies que siguen llevando los pasteles en sus pitillos y suéteres hasta las más babydoll, que tiñen sus vestidos de muñeca con estos tonos.
Los pasteles pueden verse tanto en prendas lisas como en estampados y la gama cromática acepta casi cualquier tono que os imaginéis aunque el ganador absoluto es el rosa palo. Los amarillos, los celestes y los verde agua, casi transparentes, le siguen de cerca con algunos tonos más innovadores como el coral apagado o el gris piedra empolvado inspirado en los esmaltes de uña.
El look infalible
Busca un abrigo en tono pastel y triunfarás. Es perfecto pues, combina con cualquier look (más o serio o más atrevido) y, si te cansa lucir los pasteles todo el día, es la prenda perfecta pues, al no llevarla todo el día seguido, te aportará esa frescura cuando te la pongas pero seguirás con tu look habitual cuando te la quites.
Si los pasteles no son lo tuyo prueba con algún detalle, como un cinturón o un foulard y verás como rompen con la homogeneidad de un look monocromático dando un toque de lo más in. Endulza tu armario con una dosis extra de pastel.