De sobra es sabido que las mujeres somos fans absolutas de los zapatos, de todo tipo de zapatos y nunca nos cansamos de coleccionarlos y comprar un par es un ejercicio antiestrés para muchas. Hay algunas que prefieren tacones muy altos y otras bajos, y cada cual tiene sus ventajas y desventajas.
Las mujeres bajitas se calzan unos stilettos de tacón de aguja de diez centímetros y se mueven como pez en agua, se sienten más seguras de sí misma y pisan con fuerza por la vida. Sin embargo, en chicas muy altas de de complexión más bien fuerte, un tacón demasiado alto puede ser antiestético. Desde que Alexander McQueen subiera a sus modelos en tacones de 16 centímetros ya no nos dan miedo las alturas, pero hay que tener en cuenta que no siempre son la mejor opción según para que determinado look.
Los tacones altos estilizan la pierna y son muy elegantes, por no hablar del aspecto fetichista de los mismos. Los tacones han ido siempre unidos a la figura femenina (aunque ene los últimos tiempos algunos hombres se están atreviendo con ellos) y saber andar con ellos es todo un arte. Los tacones altos, sin embargo, también tienen sus inconvenientes y el más claro de todos es que no son muy cómodos y pueden derivar en problemas en el pie como juanetes o dedos martillo. ¿No has odio decir a todas las modelos que su parte más fea son los pies? Es porque se pasan todo el día subidas a los tacones…
Los médicos de la espalda recomiendan no abusar de los tacones altos, aunque los zapatos sin tacones tampoco son buenos. Lo ideal es que los zapatos tengan por lo menos un centímetro de tacón y el equilibrio se encuentra en los 5 centímetros. Por suerte para las chicas altas y las que odian los taconazos, después del boom de los tacones imposibles, este año están de moda los zapatos de tacón medio. Otra alternativa son las plataformas y si te cuesta decidirte, lo mejor es que tengas varios pares de distintas alturas.