Tras Nueva York y Madrid le llega el turno a Londres, que desde hace unos días se ha convertido en la capital mundial de la moda. En sus pasarelas se han podido ver las tendencias de los grandes diseñadores para la próxima temporada primavera-verano 2014. Son tantas las propuestas y los estilos mostrados en la Londres Fashion Week por los genios de la moda que es difícil decidirse por cuál comentar. Hoy nos vamos a quedar con uno de los grandes: Tom Ford.
El ser uno de los grandes le permite, entre otras cosas, plantearse cosas que nadie más haría. Nos presenta una colección con tonos oscuros y tejidos bruscos que nos recuerdan más al invierno que al verano. Tanto es así que después de ver las fotografías tuve que comprobar por dos veces que de verdad era una colección estival y no era un adelanto de lo que se llevaría en el otoño del año que viene.
El diseñador norteamericano ha sacado diferentes propuestas, a cual más variopinta, del armario. Algunas de ellas probablemente llevarían allí desde hace unos 30 años. La colección trata de vestir a una mujer sexy y elegante, segura de si misma, que encuentra en la moda otra forma de expresarse. ¿El resultado? Se expresa de muchas maneras.
Vestidos y chaquetas oversize de piel se entremezclan con vestidos con multitud de brillos metálicos o minifaldas con grandes aberturas. El colmo es la concentración de buena parte de estas tendencias, fusionando encaje, transparencias y cuello chimenea en una misma pieza. La lencería y los minivestidos estuvieron muy presentes en su inspiración, por lo que se pudo ver en la Londres Fashion Week.
Lúgubres colores para verano
En lo que no se nota la influencia de años pasados es en el color. Negro, blanco y marrón. No se sale de esas tonalidades, salvo para incluir brillos plateados en algunas de las piezas y se desmarca de las apuestas de tonos alegres y suaves de otros diseñadores para la temporada de verano.