Siempre que los ves cuando tienes una boda te encantan pero, a la hora de la verdad, no sabrías cómo ponértelo. Los tocados ya no pertenecen únicamente a la moda de las mujeres maduras, esa leyenda urbana ha pasado, afortunadamente, a los anales de la historia. También aquella que corría en torno a bodas, bautizos y comuniones.
Ahora, se dirigen también a un público joven y su uso se amplía al día, a una noche informal o a alguna celebración en la que dejar entre los asistentes un poso de originalidad, estilo y elegancia.
Atrévete a ponerte un tocado en la próxima Nochevieja o cena navideña, te aportarán un toque muy sensual y enigmático. Te verás tan favorecida que querrás repetir.
Lo primero que debes hacer es olvidar todo lo que te habían dicho. Que si los tocados con plumas son de día, de otoño, de invierno, que con tocado el pelo siempre tiene que ir recogido, sin joyas… ¡Olvídalo! Ahora (casi) todo vale.
Si llevas un tocado ya de por sí muy vistoso, muy colorido o muy recargado, no debes abusar de otros complementos. Como mucho un anillo o un brazalete.
Se acabó el combinar los colores de todos los complementos, puedes jugar con el tocado, el bolso o los zapatos para romper el estilismo. Tendrá mucho más estilo que si combinas el tocado con los zapatos y con el bolso.
Las bandas estilo años 20-30 quedan de lo más glamouroso y es más fácil verte con ellas, si es la primera vez que te atreves con un accesorio de este tipo.
En cuanto a los materiales son variados, desde piedras de ‘swarovski’ (espectaculares para Nochevieja o una boda de noche) hasta trozos de tela diferentes, redes o lazos. Cintas, casquetes, en plan diadema o adosados a la cabeza de forma perfecta. Clásicos, modernos, de estilo ‘art decó’ y juveniles. La oferta no tiene fin así que no hay excusa para no probarse una de estas pequeñas obras de arte hechas a mano.