Hace poco se celebró la Mercedes-Benz Madrid Fashion Week por la que pasaron diferentes diseñadores como es el caso de Ágatha Ruíz de la Prada, que mostró las tendencias para la próxima primavera-verano 2019. Una colección muy aclamada en la que la diseñadora volvió a ser fiel a su esencia y apostó por el color y esas formas tan características como los corazones. Eso sí, se notaron algunos cambios porque los diseños son muy ponibles.
La colección
Elegante y muy ponible son los dos adjetivos que mejor definirían a esta colección de Ágatha en la que sus tendencias y características se han llevado a la práctica en la moda tanto en su colorido como en sus formas y psicodelias.
Dentro de la colección, además del corazón que lucían las modelos en su cabeza, destacan los ojos y labios, que surgen a modo de brotes en las distintas piezas de la colección.
Las propuestas incluyen elegantes kimonos, evocando el desfile con el que la diseñadora hizo un guiño a una colección anterior que presentó en el año 1992 en Japón.
En las prendas, juega con el volumen apostando por vestidos bola y faldas abullonadas. Pero eso no es todo porque también hay faldas-pantolón, bombers o vestidos de lentejuelas con un gran colorido, que se entremezclan con las propuestas en jacquares con los principales iconos de la diseñadora.
Dentro de estos iconos no faltan tampoco las flores –que incluso lucieron las modelos a modo de antifaz-, la lluvia, las rayas o los típicos corazones que nunca faltan en sus colecciones.
Y todo ello unido a ese sello particular de prendas amplias y cómodas para la mujer de hoy en día, que se acompañan de diferentes complementos que siguen la misma estela.
Tejidos
En esta colección, Ágatha ha apostado por realizar la colección en tejidos de cien por cien algodón, así como en lino natural o seda rústica.
Unas telas que contrastan con plásticos y nuevas telas para el hogar, tejidos para cojines, para cortinas e, incluso, para las cortinas del baño. Esta combinación se ha llevado a su extremo con el diseño del traje de novia, que en realidad es una visión en visillo.