No cabe duda de que los leggings se han hecho un hueco en nuestro armario con el paso de los años. Cuando se empezaron a llevar otra vez aparecieron de forma muy discreta, en lycra negra y hasta la pantorrilla. Más tarde se alargaron hasta el tobillo y se introdujeron otros tonos como el gris o el marrón. Después llegaron los tonos atrevidos y luego se empezaron a llevar de materiales que imitaban el cuero, por ejemplo el látex que resulta cómodo y crea un efecto muy sexy. La última novedad en cuanto al mundo de los leggings se refiere son los estampados.
Siguiendo la fiebre por lo barroco de esta temporada los leggings se llenan de estampados grandes y pequeños; de prints animales o florales; con dibujos formados a base de pequeñas tachuelas e incluso se transforman en una pieza de lujo con la aplicación de cristales.
No sé qué más nos queda por ver… me parece que tanta evolución va a terminar con el reinado de los leggings en las próximas temporadas.
Mientras llega ese día tenemos que ponernos al día de las mallas que se llevan este año. Puedes lucir unos leggings estampados sin parecer sacada de los 80 más horteros y sin dar el cante. La clave está en saber combinarlos sabiamente.
En general deben llevarse con camisas, jerseys o blusas más bien largos. Si estas prendas son holgadas mejor que mejor. También puedes ponértelos bajo faldas y vestidos (que tengan un poco de vuelo).
Para elegir los zapatos tienes que tener en cuenta tu altura. Si eres bastante alta puedes ponerte botas planas o bailarinas. Si eres más bien bajita mejor que los lleves con botines de tacón que están muy de moda este año.
Si optas por un look más informal puedes llevar botas altas negras planas (unas Dr. Martens por ejemplo).
La regla de oro es combinar los leggings estampados SIEMPRE con la parte superior en un color liso (del mismo tono que el estampado o de un color complementario).
Si quieres darle un toque chic al conjunto con un blazer negro nunca te equivocarás.