Cambios en las compras


Cuando los tiempos eran buenos, los diseñadores nos vendían su creaciones para el verano en pleno enero y en agosto nos enseñaban ya los jerseys de lana que se iban a llevar. Ahora, la mayoría de la gente, preocupada por la recesión, está comprando sólo lo que necesita en ese momento sin pensar en futuras temporadas.

La recesión está obligando a los diseñadores a reescribir las reglas. Por un lado, la retirada de muchos de los consumidores ha obligado a los diseñadores a reducir los precios a un ritmo sin precedentes para poder vender las mercancías. La nueva mentalidad de los consumidores hace pensar que se va a producir una mayor moderación en las ventas en los próximos meses, esto trae como consecuencia la aceleración en las tiendas de cambios en las estanterías.


Las grandes cadenas de ropa están siendo las que más se atreven a mostrar, por ejemplo, chaquetas en época de verano. Tiendas como H & M y Zara son conocidos por su constante entrega de nuevos estilos a su público más fiel, que pueden ser usados inmediatamente.
El «desgaste” que se está sufriendo ahora, también implica centrarse aún más en innovaciones en los tejidos. Liz Claiborne Inc. planea enviar a sus tiendas un nuevo vestido de algodón que se ve como el tweed. Este modelo está pensado para que pueda utilizarse, al menos, dos temporadas.

Lo bueno de este momento (si es que tiene algo bueno) es que podemos comprar la ropa que más nos gusta a un precio más asequible y a la vez tener más variedad en una misma temporada ya que la mayoría de las tiendas no nos presentan ya los abrigos en pleno verano.

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