En muchas ocasiones, cuando tenemos que decidirnos por unas gafas (tanto graduadas como de sol) nos dejamos guiar por nuestros gustos personales o por las últimas tendencias sin tener en cuenta las características de nuestro rostro. ¡Craso error! De esta forma, lo más probable es que, como resultado, obtengamos unas gafas que no nos favorecen demasiado. Si quieres evitar esta situación, no pierda de vista estos consejos para elegir las gafas que más te favorecen según la forma de tu rostro:
Rostros con forma rectangular
Pon pasión a tu mirada con una montura de formas rectangulares o cuadradas, mejor con los perfiles redondeados. Compensa tu rostro alargado con un color llamativo que concentre la mirada en tu originalidad.
Rostros con forma redondeada
Marca facciones con lentes cuadradas o rectangulares evitando las ovaladas. Los colores es preferible que sean suaves, en tonos pastel para endulzar tu mirada.
Rostros con forma triangular
Tus gafas ideales no deben ser muy anchas, de varillas y puente bajos. Los colores oscuros te van bien. Otra opción es la concha de toda la vida.
Rostros con forma alargada
Para este tipo de caras procura darle mucha importancia la parte exterior de las gafas que elijas. Puedes adornarlas con strass.
Rostros con forma romboide
Sigue la tendencia de las gafas rectangulares pero dales un llamativo toque de color. Busca que la patilla sea un pelín más ancha que las normales para que las lentes se dejen ver con su paso. El resto lo harán ellas. Por primera vez, no ocultes tus gafas, enséñalas.
La nariz es el elemento más importante del rostro, donde apoya la gafa. En función de la forma, irán mejor unas monturas que otras. Así, las de base ancha requieren de una montura con puente ancho y bajo. A las narices estrechas les va bien gafas con puente alto y fino, a las largas aquellas que tengan puente bajo y, por último, a las cortas le pegan gafas con puente alto o de tipo llave.
Las gafas de metal son más discretas y realzan mucho más los rasgos, mientras que las de pasta son más gruesas y esconden los rasgos. Cuanto más gruesa es la montura, más se nota y endurece las facciones. Si queremos dulcificar o suavizar una expresión, buscaremos monturas finas y de color suave.