Invitar a Miley Cyrus a cualquier acto es tener garantizado que se hablará de él. No suele ser bien, sino todo lo contrario, pero que va a ser comentado por los estilismos que la cantante decida llevar es algo que está garantizado. Anoche se entregaron los MTV Europe Music Awards y había algo claro: lo que más interesaba era la vestimenta de Miley Cyrus y las excentricidades que hiciera. Lo de menos eran los galardones que se entregaban. Bueno, claro está, que eso fue hasta que uno recayó en la antigua Hanna Montana y lo celebró como lo hizo.
A día de hoy es probable que cualquiera se conozca el cuerpo de la cantante mejor que el suyo propio. Es lo que tiene aparecer poco que menos que en ropa interior a cualquier gala a la que te invitan. Anoche no fue una excepción. Volvió a enfundarse en uno de esos bodies que nos recuerdan a bañadores para subir a recoger el MTV Europe Music Award al mejor vídeo, acompañándolo de unas plataformas blancas y un bolso con las letras características de Chanel.
Para no pasar demasiado frío lo acompañó de una chaqueta de piel y en pleno escenario se encendió un cigarrillo de marihuana. Igual lo hizo aprovechando que estaba en Amsterdam y en su país no podría hacer tal excentricidad, pero lo cierto que desde entonces la polémica está servida.
Espalda descubierta y botas mosquetero
Para entonces ya se nos había olvidado cómo se había presentado en la alfombra roja. Había elegido un mono con un generoso escote en la parte delantera que dejaba a la vista todos sus encantos y la espalda al aire, sujeta por un par de cuerdas. La minifalda con vivas imágenes combinaba con unas botas mosqueteras de estampado pata de gallo.
Miley Cyrus se cambió dos veces de vestuario. Una para salir a cantar y hacerlo con un vestido de tubo plateado que dejaba poco espacio a la imaginación, como ya nos tiene acostumbrados.