El vestido de Pippa Middleton en la boda real inglesa


Si una cosa tenemos claro es que en las bodas la protagonista siempre es la novia. Sobre ella recaen todas las miradas y cotilleos, especialmente sobre su vestido. La boda del pasado viernes entre el príncipe Guillermo y Kate Middleton no cabe duda que fue uno de los mayores eventos del siglo, pero después de varios días he llegado a la conclusión de que la gran protagonista no fue la novia sino su hermana, Pippa Middleton. En facebook, twitter, prensa, radio y televisión todo el mundo se hizo eco de esta chica por su gran belleza y su impecable estilo.

Un estilo sencillo, fresco y juvenil que, unido a su labor de dama de honor de su hermana y encargada de colocarle la cola y llevárselo allá donde ésta fuera, la conviertieron en el centro de todas las miradas. Y, por una vez, todo el mundo está de acuerdo: estaba espectacular. Su vestido, al igual que el de su hermana, también fue de la firma Alexander McQueen, y era tan sencillo como favorecedor. De color blanco, algo poco protocolario, con una silueta limpia y proporcionada, la única licencia que se permite el diseño es el escote, doble y desbocado el primero y rematado, junto con las mangas, con una ligerísima puntilla.

La inspiración de su look de belleza parece ser la misma que la que ha guiado a Kate Middleton: sencillo, fresco y juvenil. Pippa optó por un semirrecogido cuajado de flores naturales a tono con el ramo de su hermana. En un principio, mucha gente dijo cuando la vio llegar que el blanco no era adecuado, pero una vez visto su papel en la boda, todo el mundo se dio cuenta de que era el color perfecto. Sin lugar a dudas, Pippa Middleton es, desde el pasado viernes, un referente en el mundo de la moda, lo que hará que a partir de ahora su estilo sea analizado, y copiado, por mujeres de todo el mundo.

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