Algunas campañas son realmente desafortunadas y no sabemos hasta qué punto están hechas expresamente para que se hable de ellas. La firma DKNY ha desatado una nueva polémica al mundo de la moda. En esta ocasión, la prestigiosa diseñadora Donna Karan ha decidido lanzar una campaña repleta de lujo en tiempos de crisis para promocionar su línea de ropa de primavera, hasta ahí bien, pero ha escogido la ciudad de Jacmel, al sur de Haití, como escenario.
Nadie con dos dedos de frente no se da cuenta que no es el sitio más idóneo para promocionar prendas de lujo. ¿Qué pretende conseguir la diseñadora estadounidense exhibiendo sus exclusivas piezas en medio de la pobreza? En medio de todo ello vemos a la guapa Adriana Lima que no tiene culpa de nada posando en Haití luciendo un mono verde militar valorado en más de 1.500 euros. Detrás de ella, dos niños haitianos que permanecen al margen de la escena, mirando perplejos a lo que está sucediendo ante sus ojos. Quizás pensando qué mal repartido está el mundo…
Mucha gente se ha lanzado en las redes sociales para condenar esta campaña tachándola de «racista», «equivocada» o incluso «imperialista». Nadie se explica qué ha podido pasar por la cabeza de Donna Karan para hacer esto, pero está claro que la imagen de DKNY ha quedado dañada.
Seguramente la intención de la diseñadora no es ofender, de hecho nos consta que Donna Karan ha estado profundamente comprometida en apoyar y dar confianza a Haití desde el terremoto. A través de sus experiencias personales allí, y según ella el objetivo de la campaña es celebrar la cultura y la creatividad de la gente de Haití.
Además, Donna tiene una fundación llamada Hope Help & Rebuild Haiti (Esperanza, Ayuda y Reconstrucción para Haití) que busca ayudar a los isleños tras el terremoto que asoló la isla en enero de 2010 y que causó miles de muertos y cientos de desplazados. Por todo ello, la perdonamos. Pero que conste que esas fotografías no nos han gustado en absoluto.