Acabamos de mostrarte el look de doña Letizia en la boda de los Príncipes de Luxemburgo, que ha tenido lugar este fin de semana. Sin embargo, como puedes imaginar, la protagonista del enlace no fue la Princesa de Asturias, sino la novia, la condesa Stéphanie de Lannoy, que lucía radiante el día de su boda con el príncipe Guillermo de Luxemburgo.
La joven que ha desposado al último heredero de las casas reales europeas consiguió mantener el secreto de su vestido de novia hasta el último momento. Escogió para este gran día un modelo de Elie Saab de encaje color champán con bordados de hilo plateado y escote en la espalda. Aunque algo recargado, el diseño del modisto libanés es espectacular, sumamente elegante y totalmente femenino.
4.000 horas de trabajo y más de 80.000 cristales
Según informó el Gran Ducado a los periodistas acreditados al enlace, para elaborar el vestido se han empleado 3.200 horas de trabajo para los bordaos y 700 horas de costura. Lo más sorprendente es que se han utilizado más de 80.000 cristales transparentes, 50.000 cuentas y más de 10.000 metros de hilo bordado cubierto de plata. Además, el diseñador también ha necesitado 50 metros de encaje Chantilly, 40 metros de encaje de Calais y 30 metros de organza para el cuerpo del vestido, por cierto, entallado a la cintura.
El velo y la diadema
Los invitados también han tenido el placer de contemplar el magnífico velo de la Princesa. De más de cuatro metros, estaba creado con tul de seda color marfil con hilo de oro. La diadema, que habían lucido sus hermanas en sendos matrimonios antes que ella, también le quedaba espectacular. Se trata de una tiara de 260 brillantes insertados en platino, obra de la firma Alhenloh de Bruselas.
¿Qué te ha parecido a ti el vestido de la novia?